28 abril 2009

Cosas dudosas 3

Romanos 14:4 ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme.



Esta es probablemente la verdad central en esta serie. Él no es su criado. Él no le pertenece. Usted no tiene autoridad o potestad sobre él. Pienso que en algún momento en el pasado comenzamos a pensar que la iglesia en Roma pudo decirles a otras iglesias qué hacer.

Ninguno de nosotros realmente creemos eso. Sabemos que cada iglesia es independiente de cualquier autoridad externa. Luego los pastores comenzaron a pensar que tenían el derecho de tomar todas las decisiones para los miembros de sus iglesias.

Así como los fariseos, comenzamos a construir “una cerca alrededor de la ley” para estar seguros que nadie pecase. Pronto nos convertimos en un grupo de jueces críticos dando vueltas para asegurarnos que todos hicieron las cosas tal como las hicimos.

Ellos no necesitan leer la Biblia y preguntarle a Dios qué hacer. Ellos no necesitan buscar al Señor, simplemente necesitan preguntarme.

Nadie tiene la intención que las cosas resulten así. Pero en la práctica termina siendo un espíritu que existe en nuestras iglesias porque hacen lo que el pastor dice mientras él está mirando, pero no de otra manera. ¿No sería mejor si el pueblo de Dios buscase al Señor y Su voluntad y luego lo hiciese todo el tiempo porque estarían convencidos?

Ahora sé lo que los más espirituales están pensando. Lo sé porque ya he estado allí. Estoy seguro que tiene razón, pero la gente lo hace mejor cuando Dios les enseña. Yo también quiero que vivan vidas santas.

Pienso que la forma en que hago las cosas es la mejor o no lo estaría haciendo de esa forma. Pero ese no es el factor determinante, ¿verdad? Si les dice qué hacer y vivir con ojo crítico, ellos no madurarán para hacer lo que Él quiere.

Él comenzó la buena obra en ellos. Filipenses 1:6. Los ha predestinado para que sean hechos conformes a la imagen de Su Hijo. Romanos 8:29.

¿Podemos confiar en que Dios llevará a la gente donde deberían estar? Todavía deberíamos predicarles lo que la Biblia dice. Todavía deberíamos mostrarles pero dejar a Dios el cambio en ellos. No somos el Espíritu Santo y ellos no son nuestros criados.

Aquí Pablo dejó espacio para la libertad de decidir. Él da directrices pero acepta ambos. ¿Qué piensa?

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