Romanos 14:10-12 Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios. De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.
Sin importar su posición en las áreas grises, no tiene que juzgar a su hermano. Él es su hermano incluso si no está de acuerdo en estas áreas que no son claramente definidas en la Biblia.
Nótese la palabra que usa el Espíritu Santo. ¿Por qué menosprecias a tu hermano? Eso es hecho desde ambos lados. El que siente que puede comer carne y no respetar los mismos días cree que de alguna manera es más espiritual, libre y tiene el derecho a pensar de su hermano en Cristo como que es menos.
Por otro lado el que ha tomado un estricto punto de vista hará lo mismo. Él dirá que su hermano no ama a Dios, no está separado, limpio, etc. Él menospreciará. El Espíritu Santo quiere saber por qué hacemos eso.
¿Podría ser que no entendemos que todos compareceremos ante el juez real y que no somos necesarios en esa capacidad? ¿Podría ser que no entendemos que Dios es el único que puede llamar a uno de nosotros para que demos cuenta de nuestras vidas?
¡Qué gran verdad! No juzgue a su hermano. No lo menosprecie. Dese cuenta que todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. ¡Dese cuenta que todos le daremos cuenta a Él!
La lección principal aquí es; no tenga mala actitud hacia su hermano, sea que tenga una posición más débil o más fuerte que la de usted.
Podemos vivir juntos como familia y amor el uno con el otro. Podemos estremecer el mundo con nuestro amor del uno por el otro. Hemos sido conocidos por mucho tiempo como sentenciosos.
¡Seamos conocidos por lo que estamos a favor que por lo que estamos en contra!
30 abril 2009
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